martes, 31 de mayo de 2011

Ellas Tambien son Lecuona

Dedicaremos la sección de hoy a la pianista y compositora Ernestina Lecuona Casado, quien nació el 16 de enero de 1882 en la ciudad de Matanzas, en la que vio transcurrir sus primeros años infantiles.
Cuando todavía era niña, su familia se radicó en la capital cubana, donde comenzó los estudios de piano en la Academia del Centro Asturiano con Antonio Planas, y luego los perfeccionó bajo la supervisión de Madame Calderón, egresada del Conservatorio de París. cubanos Gustavo Sánchez Galarraga, Mary Morandeyra, Esther Costales, Celia Pérez Belinchón, Rosa A. Cohalla, Luis Ángel de la Cruz Muñoz, Arturo Alfonso Roselló, Ernesto Montaner y de los argentinos Raquel Abrisqueta y Juan Clauso. Varias de sus páginas musicales tuvieron notables intérpretes en las voces de Esther Borja, Juan Arvizu, Pedro Vargas, Tito Guízar, Pilar Arcos, Margarita Cueto, Rita Montaner, Adolfo Utrera, Miguel de Grandy, Hortensia Coalla, Maruja González, Tomasita Núñez, Fernando Albuerne, Daniel Arroyo, Mercedes Simone, Tito Coral

Ernestina acompañó a su hermano en giras a México, Argentina, Perú, Chile, Uruguay, Puerto Rico y Estados Unidos, en las que, en reiteradas  portunidades, tocaron a cuatro manos en estaciones de radio y coliseos. Entre otros ejemplos,  cabe destacar su actuación en el concierto de música cubana organizado en 1948 por Ernesto Lecuona en el Carnegie Hall.
Entre el 11 y el 17 de diciembre de 1936 presentó varias de sus 
composiciones en el teatro Cervantes, de Nueva York, con la colaboración de la soprano mexicana Margarita Cueto, y en ese período acompañó al piano su canción Cierra, cierra los ojos a Tito Guíza, tenor de la citada nacionalidad, en la radioemisora NBC.
Participó al lado del maestro Lecuona en numerosos conciertos de música típica patrocinados por él en Cuba, en los cuales Ernestina Lecuona estrenó una buena parte de sus creaciones. El 7 de febrero de 1937 ella organizó un recital de ese tipo ─ en el teatro Alkazar ─ para el que fundó y dirigió desde el piano su Orquesta Femenina de Conciertos, integrada por doce profesoras. Según declaró cinco años más tarde a la revista Carteles, ese colectivo no pudo establecerse con carácter permanente a causa de «[
…] la pobreza del medio artístico de
aquella época».
Integró la SADAIC, Sociedad Argentina de Autores y Compositores, y en 1942 la proclamaron «Hija Eminente de Matanzas».
En 1957 ─ seis años después del fallecimiento de Ernestina Lecuona ─ Esther Borja, su mejor intérprete, grabó para la firma Kubaney un disco de larga duración en el que se incluyeron diez títulos de la compositora, dos de ellos instrumentales, acompañados por la Orquesta de Cuerdas del maestro Humberto Suárez, quien hizo los arreglos musicales.
La muerte de Ernestina, acaecida exactamente en la fecha del 3 de septiembre de 1951, provocó una de las etapas más tristes en la vida de Ernesto Lecuona. Animada por una especie de amor maternal, Ernestina siempre antepuso a sus méritos profesionales, a la gloria personal, el disfrute de los éxitos del hermano más pequeño. Ella fue su incomparable guía y confidente, la que le disipaba los desalientos derivados de un fracaso artístico o sentimental, la que en tantas ocasiones supo orientarle los caminos más propicios, la que permaneció a su lado en momentos de enfermedad, cuando se distanciaban algunos amigos de los días de triunfo

A pocos días de su sepelio, se afirmó en una crónica publicada en Carteles:
"Con Ernestina Lecuona se va no sólo la artista, sino cincuenta años de vida cubana, de ambiente musical, desde una Habana todavía romántica, que en el silencio de los atardeceres aprendía su lección de música igual que en los versos del poeta [
…]; una Habana de las tapias floridas y flamboyanes que enrojecían el cielo del crepúsculo, y que en la calma nocturna se congregaba en torno al piano familiar para oír la canción con azules relumbres de cocuyo y cadencias siboneyes.
Y así, al cerrarse el ataúd de Ernestina Lecuona, fue como esa tapa negra del piano que cae sobre el teclado cuando ha terminado la melodía.
Pero la música seguirá recordando a la hermana mayor".

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