martes, 28 de febrero de 2012

QUIEN SOY YO

Entre los papeles del Dr. Agosin después de su fallecimiento había varios ensayos para ejercicios e introducciones para esos ejercicios. Estos se presentaron a los miembros de Cafh y al público en general que vino a participar en busca de enriquecimiento espiritual.

“¿Quién soy yo?”es probablemente la pregunta más desconcertante, profunda, difícil, emocionante e interesante que nos podemos hacer.

Es desconcertante porque a lo largo de todas las respuestas y las definiciones que nos damos de nosotros mismos siempre terminamos insatisfechos. Siempre hay algo más. Después de cualquier respuesta a que podemos llegar volvemos a un: “pero no es realmente así”. “¿Quién soy yo?”parece una pregunta simple, quizás la más simple, y sin embargo nos deja desconcertados y confundidos.

Es profunda porque desde que recibimos el don de la conciencia, del sentido del yo, es del mayor interés para nosotros. Desde el origen de pensar en el ser humano nos hemos hecho esta pregunta y ha sido motivo de nuestras reflexiones. ¿Qué puede ser más importante que entender la naturaleza del ser? Nada tiene mayor profundidad que la pregunta de quién es este “yo mismo”, la conciencia que habita este cuerpo y que vive en esta hora de la historia.

“¿Quién soy yo?”es la pregunta más difícil porque tiene miles de respuestas, y más. Sólo hacer la pregunta nos trae inquietud y ansiedad. Sentimos que es una pregunta relevante pero algo en nosotros rechaza pensarla y se quiere distanciar de la respuesta que de todos modos anhelamos. Es algo tan básico que incomoda no tener una respuesta preparada y clara. Pero cualquier explicación apresurada nos deja insatisfechos.

Cuando nos detenemos a pensar más profundamente nos damos cuenta de qué compleja e intrigante es la cuestión y aparece más vasta y escurridiza. Muchas personas se asustan de la pregunta y la dejan de lado porque “es una preocupación demasiado abstracta” para gastar tiempo en ella. O se puede sostener que es un asunto para filósofos, o que no tiene relevancia en mi vida cotidiana. ¡Pero cómo puede no ser relevante! Si es tan básica y esencial, aunque sea difícil, exija atención, tiempo y hasta tenga un halo de aventura al encararla.

Empezar a preguntarnos esta simplísima cuestión, “¿Quién soy yo?” trae entusiasmo y emoción porque abre un vasto campo de exploración ante nosotros. Quiere decir que es una puerta hacia nuestra vida interior. Cuando preguntamos seriamente, en la intimidad de nuestro ser, con honestidad total y objetiva, desnudos frente a nosotros mismos, empezamos a descubrir mucho sobre quién somos. ¿Con qué nos identificamos? ¿De dónde venimos? ¿Qué limitaciones nos auto-imponemos? ¿Cuáles son nuestros prejuicios? ¿Cuáles son las definiciones que hacemos de nosotros mismos? ¿Cómo nos vemos a nosotros mismos? Es sorprendente-a veces doloroso, a veces estimulante-llegar a conocernos en profundidad.

Pero no es solo entusiasmo lo que encontramos en el camino hacia las respuestas de esta pregunta. Hay también fascinación porque se abre un inmenso campo frente a nuestros ojos: el campo de la conciencia interior. Tenemos un conocimiento subliminal de este aspecto de nuestra vida interior pero apenas nos relacionamos con él. Y a medida que uno comprende más y más aparece con mayor claridad que la respuesta no tiene límites y que descubrimos nuevos horizontes de nuestra realidad. Fascinación y maravilla son las únicas palabras que describen este proceso. No hay realmente una respuesta clara o simple a la pregunta. Este asunto de “¿Quién soy yo?” es más bien una herramienta para explorar la propia vida interior, y no una pregunta. Se puede usar como una ventana (o un microscopio) para mirarnos a nosotros mismos y explorar la naturaleza de nuestro ser.

Podemos acercarnos a la pregunta de modo sistemático:

Yo soy un cuerpo. Todos tenemos un cuerpo y este aspecto de nuestro ser es el que más obviamente se ve. Nuestro cuerpo tiene un variedad de características: ciertas fuerzas, ciertas debilidades. Necesitamos darnos cuenta de sus diferentes aspectos y mantenerlo sano. Sin embargo también es obvio que somos algo más que nuestro cuerpo porque si se le remueve una parte (por ejemplo, una extremidad), igual seguimos siendo nosotros mismos; todavía queda un “Yo”. Yo soy un cuerpo, pero hay algo más....

Yo soy una persona que reacciona emocionalmente. Necesitamos conocer nuestras respuestas emocionales, nuestros estados de ánimo, qué es lo que los causa. Necesitamos llegar a ser objetivos con nuestras emociones, observar cómo reaccionamos. Yo soy mis emociones, pero hay algo más....

Yo tengo un ser histórico. Vivimos en un tiempo particular de la historia. El mundo era muy diferente antes y va cambiar completamente en el futuro. Vivimos en un momento como parte de un continuum histórico. Estamos muy determinados por esta hora de la historia, pero hay algo más....

Yo soy una cultura. Todos estamos sumergidos en una cultura. Pero hay más....

Yo soy parte de una nación. La identidad nacional es una identificación muy fuerte. Nos identificamos con la historia, el pueblo, las costumbres. Hay símbolos que nos vinculan a la nación incrementando nuestra conexión emocional: “Soy Americano”, “Japonés”, “Chino”, “Francés”, “Chileno”-identificaciones fuertes. Pero hay algo más....

Yo soy parte de una familia. La familia de la que venimos, la familia que soñamos, la familia que creamos. Recordar que enraizado está nuestro nombre en nuestra conciencia, y que gran parte de nosotros es. Pero hay algo más....

Yo soy el resultado de mi educación. Pero también....

Yo soy el conjunto de mis pensamientos. Pero también....

Yo soy el conjunto de mis defectos. Pero además....

Yo soy mis rutinas. Todos tenemos una rutina que se hace parte de nosotros. Nuestra conexión habitual con ella nos hace difícil cambiarla. Es parte de nosotros. Pero hay algo más....

Yo soy un obrero. Una persona que hace un trabajo. Esta es una de las identificaciones más fuertes que tenemos. Fácilmente igualamos lo que hacemos para ganarnos la vida con lo que somos. Pasamos tanto tiempo en nuestros trabajos que nos convertimos en ellos. Yo soy un maestro, un estudiante, un ingeniero, un mecánico cuando en realidad yo soy una persona que enseña, que estudia, que practica ingeniería, que arregla automóviles. Así es que hay en mí algo más que mi trabajo....

Yo soy alguien que aspira a una vida mejor. Todos los humanos aspiramos a la felicidad y a hacer un mundo mejor..

Yo soy un conjunto de valores.…

Yo soy amor..

Yo soy espíritu.....

Yo soy misterio.. Lo desconocido.


viernes, 24 de febrero de 2012

LA MENTIRA


 Mentira


  • “Como nada es más hermoso que conocer la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad”.

  • "¡Cuán crédulos son los mentirosos! Creen siempre ser creídos."
  • Josephine Knorr


Dirán que mientes dos veces

si dices la otra mitad.

·          



  • "La verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad".

  • "Yo sé muy pocas cosas, es verdad. Pero me han dormido con todos los cuentos... Y sé todos los cuentos."

  • "¿Porqué en la vida cotidiana, casi todo el mundo dice la verdad? -no, ciertamente porque un Dios haya prohibido mentir sino, en primer lugar porque decir la verdad resulta más cómodo, ya que la mentira requiere inventiva, disimulo y memoria (por lo cual dice Swift: quien cuenta una mentira nota raramente la carga que se echa encima: tiene, en efecto, para sostener una mentira, que inventar otras veinte.) En segundo lugar: porque en circunstancias sencillas resulta ventajoso decir directamente: yo quiero esto, yo he hecho esto, y cosas semejantes, esto es, porqué la vía de la coacción y la autoridad es más segura que la de la astucia?."

  • "Sólo una mentira que no esté avergonzada de si misma puede tener éxito."


"La historia muestra muchos casos de comentarios no ciertos que terminan en tragedia. O simplemente en fallos injustos o conclusiones falsas".

  • "Es grave que los jueces, por no contradecir a la prensa, admitan un hecho no corroborado por pruebas materiales".
  • "Tanto repetirla, la historia se creyó. Demostrar la falsedad de una creencia colectiva es algo colosal".
  • "Es tanta la fuerza de la repetición que todos creen que algo pasó. Pero que lo crean todos no significa que exista o haya ocurrido. en un tiempo todos creían que la tierra era plana...".
  • "Ante lo reiterado, y a falta de quien contradiga, todos creen, lo que no significa saber".


  • "Lo que me entristece no es que me hayas mentido, sino que ya nunca más podré confiar en ti."

  • "La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano."


  • "Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir. Él, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en Él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira."
    • La Biblia, Juan 8:44;


  • "Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad".
  • "Más vale una mentira que no pueda ser desmentida que una verdad inverosímil".
  • "Mentir, mentir, mentir... algo siempre queda".


  • Antes se atrapa al mentiroso que al cojo.
  • Embustes y cuentos, de uno nacen cientos.
  • En la boca del embustero lo cierto se hace dudoso.
  • En la boca del mentiroso, lo cierto se hace más que dudoso.
  • La mentira anda con muletas, y la verdad sin ellas.
  • La mentira busca el rincón.
  • La mentira dura hasta que la verdad florece.
  • La mentira dura mientras la verdad no llega.
  • La mentira es animal de quinta vida.
  • La mentira nunca muere de vieja.
  • La mentira y la torta, debe ser gorda.
  • La mentira y la verdad no pueden vivir en paz.


24 COSAS PARA RECORDAR Y UNA PARA NO OLVIDAR


Recuerda siempre que:
Tu presencia es un regalo para el mundo.

Eres una persona única en un millón.

Tu vida puede ser como tu quieras que sea.

Vive cada día con intensidad.

Cuenta tus alegrías, no tus desdichas.

Lucharás contra la adversidad que se presente.

Dentro tuyo hay infinitas respuestas.

Comprende, ten coraje, se fuerte.

No te impongas límites.

Hay tantos sueños que esperan ser realizados!!!

Las decisiones son demasiado importantes para librarlas al azar.

Lucha por tu ideal, tu sueño, tu premio.

No hay nada tan desgastante como las preocupaciones.

Cuanto más carguemos con un problema, más pesado se hace.

No te tomes las cosas con tanta seriedad.

Vive una vida de serenidad, no de lamentos.

Recuerda que un poco de amor recorre un largo camino.

Recuerda que mucho es para siempre.

Recuerda que la amistad es una sabia inversión.

Los tesoros de la vida son las personas unidas.

Nunca es tarde.

Transforma lo cotidiano en extraordinario.

Ten salud, esperanza y felicidad.

Pídele un deseo a una estrella.

Y jamás olvides... ni siquiera por un día... cuan especial eres.





sábado, 18 de febrero de 2012

LA VERDAD

El Buscador de la Verdad
Cuentan que un Buscador de la Verdad salió en cierta ocasión a los caminos del mundo. Y allí, en el gran cruce del mundo, interrogó a sus hermanos: —Decidme, ¿cuál es la verdad? —Busca la filosofía —respondieron los filósofos.
—No —argumentaron los políticos—. La verdad está en el servicio.
—Entra a las catedrales —le aseguraron los clérigos.
—Sin duda, la verdad es la sabiduría —declararon los sabios.
—-Renuncia a todo —esgrimieron los ascetas.
—Contempla y ensalza las maravillas del Señor —le anunciaron los místicos.
—Acata y cumple las leyes —señalaron los gobernantes.
—Conócete a ti mismo —cantaron los guardianes del esoterismo.
—La verdad está en los números sagrados —dedujeron los cabalistas.
—Vive los placeres —aconsejaron los epicúreos.
—Únete a nosotros —le gritaron los revolucionarios.
—La verdad es un mito —respondieron los escépticos.
—Vive y deja vivir —clamaron los existencialistas.
—El pasado es la única verdad —lamentaron los nostálgicos. Confundido aquel humano se dejó caer sobre el polvo del camino, mientras aquella multitud se alejaba cantando y reivindicando "su" verdad. En eso acertó a pasar junto al hombre un venerable anciano que portaba un refulgente diamante.
— ¿Quién eres?, preguntó el derrotado Buscador de la Verdad.
Y el anciano, mostrándole el diamante, contestó:
—SOY EL GUARDIÁN DE LA VERDAD.
— ¿La Verdad? ¿Es que existe?
El anciano sonrió y aproximando la gema al rostro del humano, replicó:
—La VERDAD, como este tesoro, tiene mil caras. A cada uno corresponde averiguar cuál le toca. Autor Desconocido


jueves, 16 de febrero de 2012

Buscando lo que nunca encontre


El Viaje - Antonio Orozco

Llevo la vida planeando este viaje,
voy sin maletas, llevaré mi corazón.
Sin diccionarios, voy cargado de caricias
por los senderos del sentir y del amor.

Por el camino encontraré las direcciones
tras la huella que me marca la razón,
con la esperanza de alcanzar tu corazón.

Por eso yo te quiero contar que...

Surcaré los senderos de tu vida, planeando por las sombras de tu risa

caminaré por los poros de tu piel
buscando tus caricias y tentando a la locura,
buscando lo que nunca encontré.

Tras las heridas que se sufren en el viaje
la única cura son tus besos y tu amor,
con tus manos enredadas en las mías
y la dulzura de tus labios y tu voz.

Y ahora yo te quiero contar que...

Surcaré los senderos de tu vida,
caminaré por los poros de tu piel
buscando tus caricias y tentando a la locura,
buscando lo que nunca encontré




miércoles, 15 de febrero de 2012

SOLO

¡SOLO!
Por Guy de Maupassant

Habíamos comido juntos varios amigos de buen humor, alegres y contentos. Uno de ellos, el más viejo de todos nosotros, me dijo:
-¿Quieres que subamos a pie la avenida de los Campos Eliseos?
Y salimos juntos siguiendo a paso lento el largo y ancho paseo bajo los árboles casi desprovistos de hojas. No se oía otro ruido sino ese rumor confuso y continuo que se escucha en. Paris a todas horas. Un vientecillo fresco nos azotaba el rostro, y allá arriba el cielo oscuro, negro, cubierto de estrellas parecía sembrado de un polvo de oro. Mi compañero me dijo:
-No sé por qué respiro aquí de noche mejor que en ninguna otra parte. Me parece que mi pensamiento se ensancha. Hay momentos en que siento esa especie de luz en el entendimiento que hace creer, durante un segundo, que se va a descubrir el divino secreto de las cosas. Pero pasado ese instante la luz se extingue... la ventana se cierra y se acabó!
De cuando en cuando veíamos deslizarse dos sombras a lo largo de los árboles, o pasábamos por delante de un banco donde estaban dos seres sentados uno junto a otro, y cuyas negras siluetas se confundían en una sola.
Mi amigo murmuró:
-¡Pobre gente! No es repugnancia el sentimiento que me inspiran, sino el de una inmensa piedad. Entre todos los misterios de la vida humana hay uno que yo he penetrado: el grande, el cruel tormento de nuestra existencia, proviene de que estamos eternamente solos, y todos nuestros esfuerzos, todos nuestros actos no tienden sino a huir esa soledad en que vivimos. Esos enamorados al aire libre que acabamos de ver sentados en esos bancos tratan, como, nosotros, como todas las criaturas, de hacer cesar ese aislamiento, aunque solo sea durante un minuto: pero permanecen y permanecerán siempre solos, y nosotros también. Unos se aperciben más que otros de esa verdad; pero todos la comprenden.
¡Desde hace algún tiempo sufro yo el abominable suplicio de "haber comprendido", de haber descubierto la espantosa soledad en que vivo, y se que nada, ¿entiendes?, nada puede hacerla cesar! ¡Sea cual fuere lo que intentemos o hagamos, cualesquiera que san los impulsos de nuestro corazón, el grito de nuestros labios, el abrazo de nuestros cuerpos, estamos siempre, siempre solos!
Yo te he arrastrado esta noche a este paseo para no volver tan temprano a mi casa, porque sufro horriblemente de la soledad que allí me rodea. Sí, te he arrastrado conmigo por eso; ¿y de qué me sirve? Yo te estoy hablando, tú me escuchas y estamos uno al lado del otro, pero solos. ¿Me entiendes?
"Bienaventurados los pobre de espíritu", dice la Escritura. ¡Ellos tienen la ilusión de la felicidad; no sienten nuestra solitaria miseria, no. Vagan como yo, por la vida, sin otro contacto que el de los codos, sin otra alegría que la egoísta satisfacción de comprender, de ver, de adivinar y de experimentar sin tregua ni reposo esa eterna sensación de aislamiento!
Me encuentras algo loco, ¿verdad?
Escúchame. Desde que he sentido la soledad de mi ser, me parece que voy hundiéndome cada día más en un sombrío subterráneo, cuya salida no veo, cuyo fin no conozco y que no tiene fondo quizá. Y allá voy, sin nadie a mi alrededor, sin ningún ser viviente que me acompañe en ese tenebroso viaje. Ese subterráneo es la vida. A veces oigo ruidos, voces, gritos... marcho a tientas hasta esos rumores confusos, pero jamás logro saber de donde parten; no encuentro jamás a nadie, ni tropieza la mía con otra mano en esa oscuridad que me rodea. ¿Me comprendes? Hombres hay que han adivinado este atroz sufrimiento.
Musset ha dicho:
¿Quien viene? ¿quien me llama? nadie...
Estoy solo; es el reloj que suena...
¡Oh, soledad! ¡oh, miseria!
Pero en él no era sino una duda pasajera lo que en mí es una definitiva certidumbre. Musset era poeta; poblaba la vida de fantasmas, de sueños, de ilusiones. No estaba, pues, verdaderamente solo. ¡Yo... sí lo estoy!
Gustave Flaubert, uno de los hombres más desgraciados de este mundo, por lo mismo que era uno de los más lúcidos, escribía a una amiga suya esta frase desesperante: "Todos vivimos en un desierto. Nadie comprende a nadie."
No, nadie comprende a nadie, piensen lo que piensen, digan lo que digan, intenten lo que intenten. La tierra ¿sabe lo que pasa en esas estrellas que miramos, arrojadas como granos de fuego a través del espacio, tan lejanas de nosotros que apenas percibimos la claridad de algunas, mientras las demás, las que no vemos, innumerables y perdidas allá en lo infinito están tan próximas unas de otras que forman tal vez un todo, como las moléculas de un cuerpo?
Pues bien, el hombre no sabe lo que pasa en otro cualquiera de sus semejantes. Estamos más lejos unos de otros que esos astros, sobre todo más aislados, porque el pensamiento es insondable.
¿Tienes tú idea de algo más horroroso que ese constante rozamiento con los seres en cuyo pensamiento no podemos penetrar, a quienes no comprendemos? Nos amamos los unos a los otros como si estuviéramos encadenados, cerca muy cerca, con los brazos tendidos unos hacia otros, sin conseguir alcanzarnos con la punta de los dedos. ¡Nos sentimos dominados por una torturante necesidad de unión; pero todos nuestros esfuerzos permanecen estériles, nuestros abandonos inútiles, nuestras confidencias infructuosas, nuestros abrazos impotentes, nuestras caricias vanas. Cuando querernos entremezclarnos, nuestros impulsos no logran sino apartarnos más y más a los unos y a los otros!
Yo no me siento nunca más solo que cuando abro mi corazón a un amigo, porque entonces comprendo y aprecio mejor el infranqueable obstáculo. Ese hombre, ese amigo está ahí, enfrente de mí; ¡veo sus ojos claros fijos en los míos! pero su alma... ¡ah! su alma que se oculta tras de sus ojos... ¡no la conozco, no la veo! Mi amigo me escucha. ¿Que piensa? Si; ¿en qué está pensando? ¿Tú no comprendes este tormento?... ;¿Me odia quizá, o me desprecia, o se burla de mí? Mientras yo hablo él reflexiona en lo que le estoy diciendo y me juzga y me condena, estimándome tonto o vulgar. ¿Cómo saber lo que piensa? ¿Cómo saber si me aprecia, si me quiere como yo lo quiero... y lo que se agita en esa cabeza redonda? ¡Oh! ¡qué misterio tan profundo es el pensamiento desconocido de un ser, el pensamiento oculto y libre, que no podemos conocer, que no podemos conducir, ni dominar, ni vender!
Yo mismo he deseado ardientemente entregarme todo entero, abrir por completo las puertas de mi alma y no lo he conseguido: porque guardo allá en el fondo, muy en lo fondo, ese lugar secreto del yo donde nadie penetra, que nadie puede descubrir porque nadie se me parece, porque nadie comprende a nadie.
Tú mismo, di, ¿me comprendes en este momento? No; tu me crees loco, ¡me examinas con desconfianza y te pones en guardia contra mí! Y te preguntas: "¿Qué tendrá ese hombre esta noche?" Pero si tú llegaras un día a palpar, Si adivinaras este horrible y sutil sufrimiento, ven y dime tan solo estas palabras: ¡Te he comprendido! y me harás feliz, durante un segundo, quizá.
Son las mujeres quienes me hacen percibir aún más mi soledad.
¡Ah! ;miseria, miseria! ¡Cuánto he sufrido por ellas, puesto que ellas me han dado más frecuentemente que los hombres la ilusión de no estar solo!
Cuando se entra en el Amor parece que se ensancha el alma. Se siente uno invadido por una idea sobrenatural! ¿Y sabes por qué? ¿Sabes de donde procede esa sensación de inmensa felicidad? Únicamente porque uno se imagina que no está solo. El aislamiento, el abandono del ser humano parece que cesa... ¡Qué horror! ¡Más atormentada aún que nosotros por esa eterna necesidad del amor que roe nuestro solitario corazón, la mujer es la gran mentira de la ilusión.
Tú conoces muy bien esas deliciosas horas pasadas frente a ese ser de largos cabellos, de rasgos encantadores, y cuya mirada nos enloquece. ¡Qué delirio extravía nuestro espíritu! ¡Qué ilusión nos embarga los sentidos!
¡Parece que vamos a confundirnos con ellos, a no formar sino un todo, dentro de un instante! Pero ese instante no llega nunca, y después de semanas y meses de espera, de ilusiones y de alegrías engañosas, un día se encuentra uno bruscamente solo, más solo de lo que se había estado hasta entonces.
Después de cada beso, después de cada abrazo, el aislamiento aumenta. ¡Y qué aflictivo es y qué espantoso!
Otro poeta, Sully Prudhomme, ha escrito:
Y pasadas esas caricias, esos transportes... ¡adiós! se acabó. ¡Apenas si se reconoce a esa mujer que ha sido todo para nosotros durante un momento de la vida y de la que, sin duda, jamás hemos conocido el pensamiento interno y banal!
En esas mismas horas en que parece que, por virtud de un misterioso acuerdo de dos seres un absoluto compenetramiento de deseos y de aspiraciones, Se ha logrado descender hasta lo más profundo de su alma... una palabra, un gesto a veces nos revela nuestro error, mostrándonos como un relámpago en la noche, el negro abismo que a ambos nos separa.
Y sin embargo, no hay en el mundo nada mejor que pasar una noche al lado de una mujer querida, sin hablar, casi completamente dichoso por la sola sensación de su presencia. No pidamos más, porque jamás se mezclan enteramente dos seres.
En cuanto a mi, ya tengo el alma cerrada. No digo a nadie lo que pienso, lo que creo, lo que amo. Sabiendo que estoy condenado a horrible soledad, miro las cosas sin jamás emitir mi parecer sobre ellas. ¡Qué me importan las opiniones, las querellas los placeres, las creencias! No pudiendo compartir nada con nadie, he llegado a desinteresarme de todo. Mi pensamiento invisible, permanece inexplorado. Tengo frases frívolas para responder a los interrogatorios de cada día y una sonrisa que dice "si", cuando no quiero tomarme la molestia de hablar.
¿Me comprendes?

Habiamos subido la larga avenida hasta el arco del triunfo de la Estrella , y descendido luego hasta la plaza de Concordia, porque mi amigo había enunciado todo aquello lentamente, añadiendo aún otras muchas cosas de las que ya no me acuerdo.
Se detuvo y, bruscamente, levantando su brazo hacia el obelisco de granito que se alzaba en medio de la plaza, perdiéndose en la oscuridad de la noche su largo perfil egipcio, monumento desterrado que lleva en su flanco escrita con extraños y misteriosos signos la historia de su país, mi amigo exclamó:
-Ahí tienes; nosotros todos somos como esa piedra...
Y se alejO de ml sin pronunciar una palabra.
¿Estaba borracho? ¿Estaba loco? ¿O estaba tal vez demasiado cuerdo?... No lo sé...
A veces me parece que tiene razón. Otras pienso que había perdido el juicio.

historia DE UN AMOR PERDIDO

ESE DÍA CUANDO LO CONOCÍ SOLO LO OBSERVÉ, Y NO SE PORQUÉ CREÍ QUE NOS
LLEVARIAMOS MUY BIEN.
EL TIEMPO PASÓ Y NOS HICIMOS GRANDES AMIGOS, COMPARTIMOS COSAS, Y NOS DIVERTIAMOS.
FUÉ AHÍ CUANDO EMPEZÓ TODO...
ESTABA NACIENDO OTRO SENTIMIENTO MAS FUERTE QUE UNA AMISTAD,UN SENTIMIENTO LIMPIO, PURO...
YA NO LO PODIA TENER LEJOS, LO NECESITABA CADA DÍA MAS CERCA MÍO, SU IMAGEN BLOQUEABA MI MENTE CADA SEGUNDO.
PERO TODO SE DERRUMBÓ, COMO UN CASTILLO DE ARENA QUE TRAS EL ROCE DE LAS AGUAS DEL MAR SE DERRUMBA LENTAMENTE.
TRATANDO DE OCULTAR ESE SENTIMIENTO TAN PROFUNDO AYUDÉ A UNA AMIGA A EMPEZAR UNA RELACION CON ÉL;
EN EL DIA DE HOY ELLOS ESTAN JUNTOS Y MI CONCIENCIA ME RECLAMA A GRITOS EL DAÑO QUE LE CAUSÉ A MI CORAZÓN AL DEJARLO IR ASÍ, AL ENTREGARLO EN MANOS DE OTRA, AL DEJAR QUE ELLA ME LO ARREBATARA DE MIS BRAZOS, AL DEJAR IR AL AMOR DE MI VIDA.
AHORA ESTOY ARREPENTIDA PERO YA ES TARDE, ME DUELE MAS EL HABERLO DEJADO CON ALGUIEN QUE SE QUE NO LO QUIERE SINCERAMENTE COMO YO.
QUE LASTIMA QUE NO PUDE DECIRCELO DE FRENTE ANTES.
SOLO LE PIDO QUE...
NO ME PREGUNTE COMO LLEGUE A QUERERLO,
NI CUANTO...
RESPONDERLE NO PUEDO. SI DIOS ME DIO ESTE AMOR PARA ADORARLO, QUE LE CONTESTE DIOS CUANTO LO QUIERO...



( historias de amor)

sábado, 11 de febrero de 2012

Mito de las Brujas en la Edad Media

Mito, las brujas de la Edad Media; sólo eran mujeres con conocimientos
Sabían de anatomía, botánica, sexualidad, amor y reproducción, por lo que fueron mandadas a la hoguera, dice la filósofa de la UNAM
Sus recetas para curar fueron interpretadas como poder del Diablo
El modelo muy masculino, que se consolidaba para entonces, las hizo ver como amenza
Mariana Norandi
Ampliar la imagen Las brujas fueron mujeres con conocimientos específicos en alquimia, con lo que elaboraban recetas de perfumería y cosmética. Desarrollaron técnicas de destilación, extracción y sublimación. No eran personas feas ni malas, más bien fueron estereotipadas. Circe ofreciendo una copa a Ulises, de John William Waterhouse, 1891
Las brujas no eran personas malas y feas, como las ha descrito la literatura universal, sino mujeres generadoras de un conocimiento específico. En el medievo, cuando predominaba un modelo social masculino, el saber de las brujas fue considerado amenazante, por lo que fue perseguido y destruido junto con ellas en las hogueras.
En el libro El retorno de las brujas, la filósofa Norma Blázquez Graf, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especialista en ciencia y género, explica que, aunque la población femenina no tuvo acceso a la educación superior hasta el periodo transitorio del siglo XIX al XX, siempre ha generado conocimiento. Pone de ejemplo el saber de las brujas en la Europa de los siglos XIV al XVII y lo aterriza en un mundo contemporáneo, en el que la progresiva incorporación de las mujeres a la ciencia ha modificado las estructuras de las instituciones y el proceso creativo del conocimiento. En entrevista con La Jornada, la especialista aborda el contenido de su libro y subraya la contribución de la mirada crítica e innovadora de las mujeres al quehacer científico.
Parteras, alquimistas...
–¿Quiénes eran las brujas?
–Eran parteras, alquimistas, perfumistas, nodrizas o cocineras que tenían conocimiento en campos como la anatomía, la botánica, la sexualidad, el amor o la reproducción, y que prestaban un importante servicio a la  omunidad. Conocían mucho de plantas, animales y minerales, y creaban recetas para curar, lo cual fue interpretado por los grupos dominantes del medievo como un poder del Diablo.
–¿Por ese motivo fueron perseguidas y condenadas a muerte?
–Sí, pero además porque las elites eclesiásticas, políticas y económicas, que se consolidaban en aquellos tiempos, comenzaron a desarrollar un modelo social muy masculino y consideraban que el saber que las mujeres tenían, especialmente en sexualidad y reproducción, representaba una amenaza. Las brujas comenzaron a almacenar conocimiento muy importante sobre el control de la reproducción y sabían preparar diversos abortivos. Este conocimiento implicaba la posibilidad de ejercer una sexualidad más libre, lo cual ponía en riesgo la hegemonía masculina y, por ello, los hombres expropiaron su conocimiento y las aniquilaron en las hogueras. Asimismo, la mayoría de estas mujeres vivían solas, en casas en el bosque, independientes, generaban sus propios ingresos y esto provocaba mucha desconfianza.
–¿Es cierto que eran viejas y feas?
–Eso es parte del mito y de los prejuicios de aquel entonces. Había brujas bellísimas y, por otro lado, en esa época una mujer de 40 o 50 años ya era considerada vieja. Por lo tanto, esos estereotipos responden más a que eran transgresoras y no a que realmente fueran viejas y feas.
–¿Resultaría muy aventurado afirmar que las brujas fueron las primeras mujeres científicas?
–Sí, porque las mujeres han generado conocimiento desde hace mucho tiempo y porque, además, no se puede considerar científico un conocimiento hasta la institucionalización de la ciencia en el siglo XIX, cuando ya se empezó a enseñar en las universidades. Sin embargo, en ese momento las mujeres no tenían permitido estudiar en las universidades y continuaban con la tradición de ilustrarse en los conventos, en los salones de té o en sus hogares, con el padre o el esposo. Luego, de manera gradual, la mujer se fue incorporando a la educación media y superior en áreas como enseñanza, enfermería o farmacéutica. Hasta llegar a la década de los 90 del siglo pasado, en que 50 por ciento de los universitarios ya eran mujeres.
Reacomodo en el siglo XXI
–¿En qué cambia la ciencia con la incorporación de las mujeres?
–Primero cambia en número; hoy 30 por ciento de los estudiantes de ciencias son mujeres. Por eso el “retorno de las brujas”, pues todas esas mujeres que aniquilaron en la Edad Media, que conocían del aborto, de la fertilidad o de la sexualidad, se reacomodaron en el siglo XXI y hoy ocupan espacios importantes, sobre todo en las ciencias naturales y en la salud. Segundo, cambian los espacios institucionales porque antes en las universidades no había ni baños para mujeres: ahora hay presupuestos y becas para proyectos de ellas; los límites de edad para becas se han tenido que extender al tener en cuenta al ciclo reproductivo de la mujer, y se han tenido que abrir guarderías.
“Tercero, las mujeres se hicieron nuevas preguntas y rompieron con el parámetro científico masculino, en el que todo aquello que no se adaptara a dicho modelo era carente o inferior. Por ello, durante mucho tiempo se pensó que las mujeres no tenían interés por la ciencia que eran menos inteligentes o que no tenían capacidad para razonar. Con su integración a la ciencia, se ha debido tomar en cuenta la otra parte de la humanidad, lo que significó una modificaron en los puntos de partida, las metodologías, la interpretación de los resultados y las teorías para la comprensión de la realidad.
Perpectiva de género crítica
–En su libro, desde una perspectiva de género crítica, afirma que el conocimiento científico no es siempre objetivo, neutro y universal. ¿A qué obedece tal aseveración? –Quien genera el conocimiento es una persona que tiene estereotipos y prejuicios y, por lo tanto, sus preguntas e interpretaciones científicas dependen de su género, así como de su contexto social, histórico, cultural y político. –¿
Qué lugar ocupa la intuición femenina en la generación de conocimiento de las mujeres?
–Para el conocimiento científico eso no cuenta, pero las epistemólogas feministas dicen que hay que incorporar la intuición porque sí cuenta, sobre todo en las ciencias sociales, en las que el objeto de estudio no son cuestiones materiales, sino personas


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