Tenemos que hablar de los otros Lecuona, los que tuvieron que emigrar a las Américas, porque aquí no había trabajo para ellos, y con mucho dolor y resignación emprendieron un largo viaje lleno de dificultades, como era ir desde España hasta el nuevo mundo como se llamaba entonces, por que estamos hablando del siglo XVIII,que entonces los viajes se tenian que hacer en barcos de vela, y los viajes se tardaban entre uno o dos meses, con el consiguiente piligro,y molestias que hera ir en un barco no demasiado grande, y las incomodidades del pasaje, pero bueno los Lecuonas que se decidieron por el viaje ( no había otro remedio) lo hicieron con valentía y un par de ..paciencias y salieron victoriosos , lo cual es digno de merito para aquellos tiempos, luego tuvieron que buscar sus trabajos que ello les costo, y salir adelante en la vida, que son ellos los que únicamente pueden hablar del asunto, porque los demás solo lo podemos comentar, hoy día todo son rosas para los Lecuona que viven, pero para los abuelos de estos Lecuona de hoy, las rosas tenian muchas espinas, hablo en general, pues algunos tuvieron la suerte de cara y empezaron avivir holgadamente, pero esto son casos aisladlos lo otro hera lo normal, podría empezar a poner nombres de muchos de ellos, pero no los pondré, pues muchos quieren ser anónimos y otros quizá no, no me den permiso para citar nombres, y debemos ser respetuosos con la decisión de cada uno, pues tienen derecho a tener su intimidad, no obstante estoy abierto a todo aquel que quiera salir en el blog "familias Lecuona ", estoy dispuesto a publicarlo, mandándome sus historias y que todos puedan ver y leerlas, seria interesante que me contasen historias de cada uno, pues creo que seria ilustrativo para todos saber la historia de cada uno, porque en realidad todos somos parientes mas o menos lejanos, porque hay que tener en cuenta que desde el pueblo de Oiartzun salimos todos los Lecuona que andamos por el mundo, de ningún otro pueblo salió ninguno Lecuona, solamente del pueblo de Oiartzun. Así que animo a todos los Lecuona que salieron camino de América, se animen y me manden sus historias , para que hoy día sepan lo que pasaron los Lecuona por la emigración de aquellos años.
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martes, 31 de mayo de 2011
Tambien es Lecuona
Margarita Lecuona
Coincide este domingo con la fecha natal de la autora de dos clásicos del repertorio afrocubano tan cultivado por los jóvenes compositores que engrosaban las filas de quienes en el ámbito cultural, al arribar la década de los años treinta y en el transcurso de esa etapa del siglo XX, hicieron florecer de muy diversas maneras el interés por las raíz africana como componente esencial de nuestra identidad. Me refiero a Babalú y Tabú, piezas nacidas de Margarita Lecuona, por aquel entonces una inquieta veinteañera que, desde sus años de adolescencia, había decidido conducir por el buen camino su innegable vocación por el arte.
Aunque -según se afirma en todos los trabajos que ofrecen información acerca de esta notable artista-su vínculo familiar con Ernestina y Ernesto Lecuona no era cercano, el solo hecho de ser portadora de ese apellido debe haberle dado a sentir, desde siempre, unas ganas muy grandes de arte. La guitarrista y profesora Clara Nicola, ofrece su testimonio acerca de las excelencias de la joven discípula de guitarra a quien su madre, la insigne maestra Clara Romero de Nicola, tanto distinguía. Algo había resultado sintomático en relación con la altura que ella se proponía alcanzar cuando, más allá del dominio práctico que ya demostraba en la ejecución del instrumento, no había vacilado en inscribirse en los cursos que su maestra habilitó en la Sociedad Pro-Arte Musical, orientados hacia la técnica de la guitarra clásica. Al mismo tiempo, la vemos tomando clases de declamación y participando, en el desempeño de pequeñas caracterizaciones en los conciertos organizados por la institución, a la par que debutaba como compositora e intérprete. Una reseña aparecida en la revista de Pro-Arte Musical en 1933 da cuenta del estreno de su composición Boca que miente, pieza temprana que, si bien no figura entre lo más divulgado de su producción, recibió una excelente acogida por parte de la crítica habanera y que, en aquella ocasión, interpretó a dúo con quien figuraría luego como una destacada compositora e intérprete: Lily Batet–.
Abrirse al mundo de la música popular cubana en el momento en que esta expresión trascendía los bordes de la isla a partir de la conjunción de compositores, obras e intérpretes que se encargaron de esparcir el gusto por lo cubano tanto en Europa como en el continente americano; hacerlo desde una guitarra y una voz de mujer y lanzar obras que se caracterizarían por auxiliar a cada intérprete a poner de manifiesto los rasgos más definidos de su personalidad, resultó -a mi juicio-un hecho admirable. Baste recordar que Miguelito Valdés llegó a conocerse, durante algún tiempo, con el sobrenombre de Mister Babalú; baste aproximarse a la interpretación de Bola de Nieve. Cualquiera diría que la obra no fue concebida antes de conocerlos sino hecha a la medida indistintamente, para cualquiera de esos dos grandes de nuestro universo musical.
Nada que ver con el modo de cantar que responde a la estética de la trova tradicional o el canto lírico, su voz bien timbrada, centrada en el estilo directo que caracteriza a quienes conocemos como cancioneras o cancioneros, apropiado para responder al clima expresivo de una canción que comienza a marcar pautas diferentes en relación con el cancionero de las primeras décadas del siglo, la vemos coincidir y, en su condición de mujer que se acompaña con guitarra, contrastar con los compositores noveles que, provenientes de puntos diferentes de la isla, arriban a La Habana en los primeros años de la década de los cuarenta, todos pianistas y cultivadores de un estilo de canción que coincide plenamente con las características formales de la suya. Se trata de autores como René Touzet, Orlando de la Rosa, Mario Fernández Porta, Julio Gutiérrez, Juan Bruno Tarraza o Bobby Collazo. Así, se presenta junto a ellos en emisiones radiales o en conciertos, lo mismo en teatros que en cabarets. Su vida activa en este medio, la coloca, junto a otros solistas, dúos y tríos, entre los artistas mejor cotizados en emisoras como la CMQ. Su lucha incesante por mantener viva la producción musical propia, se extiende hasta el momento en que la televisión arriba al panorama musical cubano.
Piezas como Eclipse y Por eso no debes, figuran entre lo más logrado del cancionero de esos años. Amante del lado armónico que tantas posibilidades ofrece a esta expresión, la vemos formar su propia agrupación vocal a la que se refiere el compositor Bobby Collazo en sus recuentos: el Trío Babalú, integrado por dos voces masculinas y la de la propia compositora. Su historia, en relación con nuestra vida musical, oscila entre ausencias y presencias. Se habla acerca de temporadas viviendo en Argentina o en Estados Unidos, país donde fijó su residencia en los últimos años de su vida.
Reconstruir la cronología de Margarita Lecuona requeriría un largo e interesante proceso de investigación en aquellos sitios donde se le vio desplegar su arte, abarcador de la música y el teatro. Confiemos en que algún día pueda realizarse este acto de justicia. Al menos, entre nosotros, se le recuerda cada vez que escuchamos la versión que Sara González dejara grabada, en el Volumen II de su serie discográfica Cantos de mujer, de una obra de la compositora que ha quedado inscrita entre los clásicos de la música cubana: la canción-bolero Eclipse.
Aparte del valioso testimonio que agradecemos a Clara Nicola Romero, así como a su colaboración a partir de materiales de su archivo personal, figuran, entre los trabajos consultados en busca de elementos que nos permitieran acercarnos a esta figura sin cuya presencia ningún recuento en materia de música popular cubana podría estimarse como completo, el Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba, de Radamés Giro; el Diccionario de mujeres notables en la música cubana, de Alicia Valdés; Cuando salí de La Habana, de Cristóbal Díaz Ayala y La última noche que pasé contigo, de Bobby Collazo.
Margarita Lecuona falleció en Nueva York en 1981.
Coincide este domingo con la fecha natal de la autora de dos clásicos del repertorio afrocubano tan cultivado por los jóvenes compositores que engrosaban las filas de quienes en el ámbito cultural, al arribar la década de los años treinta y en el transcurso de esa etapa del siglo XX, hicieron florecer de muy diversas maneras el interés por las raíz africana como componente esencial de nuestra identidad. Me refiero a Babalú y Tabú, piezas nacidas de Margarita Lecuona, por aquel entonces una inquieta veinteañera que, desde sus años de adolescencia, había decidido conducir por el buen camino su innegable vocación por el arte.
Aunque -según se afirma en todos los trabajos que ofrecen información acerca de esta notable artista-su vínculo familiar con Ernestina y Ernesto Lecuona no era cercano, el solo hecho de ser portadora de ese apellido debe haberle dado a sentir, desde siempre, unas ganas muy grandes de arte. La guitarrista y profesora Clara Nicola, ofrece su testimonio acerca de las excelencias de la joven discípula de guitarra a quien su madre, la insigne maestra Clara Romero de Nicola, tanto distinguía. Algo había resultado sintomático en relación con la altura que ella se proponía alcanzar cuando, más allá del dominio práctico que ya demostraba en la ejecución del instrumento, no había vacilado en inscribirse en los cursos que su maestra habilitó en la Sociedad Pro-Arte Musical, orientados hacia la técnica de la guitarra clásica. Al mismo tiempo, la vemos tomando clases de declamación y participando, en el desempeño de pequeñas caracterizaciones en los conciertos organizados por la institución, a la par que debutaba como compositora e intérprete. Una reseña aparecida en la revista de Pro-Arte Musical en 1933 da cuenta del estreno de su composición Boca que miente, pieza temprana que, si bien no figura entre lo más divulgado de su producción, recibió una excelente acogida por parte de la crítica habanera y que, en aquella ocasión, interpretó a dúo con quien figuraría luego como una destacada compositora e intérprete: Lily Batet–.
Abrirse al mundo de la música popular cubana en el momento en que esta expresión trascendía los bordes de la isla a partir de la conjunción de compositores, obras e intérpretes que se encargaron de esparcir el gusto por lo cubano tanto en Europa como en el continente americano; hacerlo desde una guitarra y una voz de mujer y lanzar obras que se caracterizarían por auxiliar a cada intérprete a poner de manifiesto los rasgos más definidos de su personalidad, resultó -a mi juicio-un hecho admirable. Baste recordar que Miguelito Valdés llegó a conocerse, durante algún tiempo, con el sobrenombre de Mister Babalú; baste aproximarse a la interpretación de Bola de Nieve. Cualquiera diría que la obra no fue concebida antes de conocerlos sino hecha a la medida indistintamente, para cualquiera de esos dos grandes de nuestro universo musical.
Nada que ver con el modo de cantar que responde a la estética de la trova tradicional o el canto lírico, su voz bien timbrada, centrada en el estilo directo que caracteriza a quienes conocemos como cancioneras o cancioneros, apropiado para responder al clima expresivo de una canción que comienza a marcar pautas diferentes en relación con el cancionero de las primeras décadas del siglo, la vemos coincidir y, en su condición de mujer que se acompaña con guitarra, contrastar con los compositores noveles que, provenientes de puntos diferentes de la isla, arriban a La Habana en los primeros años de la década de los cuarenta, todos pianistas y cultivadores de un estilo de canción que coincide plenamente con las características formales de la suya. Se trata de autores como René Touzet, Orlando de la Rosa, Mario Fernández Porta, Julio Gutiérrez, Juan Bruno Tarraza o Bobby Collazo. Así, se presenta junto a ellos en emisiones radiales o en conciertos, lo mismo en teatros que en cabarets. Su vida activa en este medio, la coloca, junto a otros solistas, dúos y tríos, entre los artistas mejor cotizados en emisoras como la CMQ. Su lucha incesante por mantener viva la producción musical propia, se extiende hasta el momento en que la televisión arriba al panorama musical cubano.
Piezas como Eclipse y Por eso no debes, figuran entre lo más logrado del cancionero de esos años. Amante del lado armónico que tantas posibilidades ofrece a esta expresión, la vemos formar su propia agrupación vocal a la que se refiere el compositor Bobby Collazo en sus recuentos: el Trío Babalú, integrado por dos voces masculinas y la de la propia compositora. Su historia, en relación con nuestra vida musical, oscila entre ausencias y presencias. Se habla acerca de temporadas viviendo en Argentina o en Estados Unidos, país donde fijó su residencia en los últimos años de su vida.
Reconstruir la cronología de Margarita Lecuona requeriría un largo e interesante proceso de investigación en aquellos sitios donde se le vio desplegar su arte, abarcador de la música y el teatro. Confiemos en que algún día pueda realizarse este acto de justicia. Al menos, entre nosotros, se le recuerda cada vez que escuchamos la versión que Sara González dejara grabada, en el Volumen II de su serie discográfica Cantos de mujer, de una obra de la compositora que ha quedado inscrita entre los clásicos de la música cubana: la canción-bolero Eclipse.
Aparte del valioso testimonio que agradecemos a Clara Nicola Romero, así como a su colaboración a partir de materiales de su archivo personal, figuran, entre los trabajos consultados en busca de elementos que nos permitieran acercarnos a esta figura sin cuya presencia ningún recuento en materia de música popular cubana podría estimarse como completo, el Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba, de Radamés Giro; el Diccionario de mujeres notables en la música cubana, de Alicia Valdés; Cuando salí de La Habana, de Cristóbal Díaz Ayala y La última noche que pasé contigo, de Bobby Collazo.
Margarita Lecuona falleció en Nueva York en 1981.
Ellas Tambien son Lecuona

Cuando todavía era niña, su familia se radicó en la capital cubana, donde comenzó los estudios de piano en la Academia del Centro Asturiano con Antonio Planas, y luego los perfeccionó bajo la supervisión de Madame Calderón, egresada del Conservatorio de París. cubanos Gustavo Sánchez Galarraga, Mary Morandeyra, Esther Costales, Celia Pérez Belinchón, Rosa A. Cohalla, Luis Ángel de la Cruz Muñoz, Arturo Alfonso Roselló, Ernesto Montaner y de los argentinos Raquel Abrisqueta y Juan Clauso. Varias de sus páginas musicales tuvieron notables intérpretes en las voces de Esther Borja, Juan Arvizu, Pedro Vargas, Tito Guízar, Pilar Arcos, Margarita Cueto, Rita Montaner, Adolfo Utrera, Miguel de Grandy, Hortensia Coalla, Maruja González, Tomasita Núñez, Fernando Albuerne, Daniel Arroyo, Mercedes Simone, Tito Coral…
Ernestina acompañó a su hermano en giras a México, Argentina, Perú, Chile, Uruguay, Puerto Rico y Estados Unidos, en las que, en reiteradas portunidades, tocaron a cuatro manos en estaciones de radio y coliseos. Entre otros ejemplos, cabe destacar su actuación en el concierto de música cubana organizado en 1948 por Ernesto Lecuona en el Carnegie Hall.
Entre el 11 y el 17 de diciembre de 1936 presentó varias de sus composiciones en el teatro Cervantes, de Nueva York, con la colaboración de la soprano mexicana Margarita Cueto, y en ese período acompañó al piano su canción Cierra, cierra los ojos a Tito Guíza, tenor de la citada nacionalidad, en la radioemisora NBC.
Participó al lado del maestro Lecuona en numerosos conciertos de música típica patrocinados por él en Cuba, en los cuales Ernestina Lecuona estrenó una buena parte de sus creaciones. El 7 de febrero de 1937 ella organizó un recital de ese tipo ─ en el teatro Alkazar ─ para el que fundó y dirigió desde el piano su Orquesta Femenina de Conciertos, integrada por doce profesoras. Según declaró cinco años más tarde a la revista Carteles, ese colectivo no pudo establecerse con carácter permanente a causa de «[…] la pobreza del medio artístico de aquella época».
Integró la SADAIC, Sociedad Argentina de Autores y Compositores, y en 1942 la proclamaron «Hija Eminente de Matanzas».
En 1957 ─ seis años después del fallecimiento de Ernestina Lecuona ─ Esther Borja, su mejor intérprete, grabó para la firma Kubaney un disco de larga duración en el que se incluyeron diez títulos de la compositora, dos de ellos instrumentales, acompañados por la Orquesta de Cuerdas del maestro Humberto Suárez, quien hizo los arreglos musicales.
La muerte de Ernestina, acaecida exactamente en la fecha del 3 de septiembre de 1951, provocó una de las etapas más tristes en la vida de Ernesto Lecuona. Animada por una especie de amor maternal, Ernestina siempre antepuso a sus méritos profesionales, a la gloria personal, el disfrute de los éxitos del hermano más pequeño. Ella fue su incomparable guía y confidente, la que le disipaba los desalientos derivados de un fracaso artístico o sentimental, la que en tantas ocasiones supo orientarle los caminos más propicios, la que permaneció a su lado en momentos de enfermedad, cuando se distanciaban algunos amigos de los días de triunfo …
A pocos días de su sepelio, se afirmó en una crónica publicada en Carteles:
"Con Ernestina Lecuona se va no sólo la artista, sino cincuenta años de vida cubana, de ambiente musical, desde una Habana todavía romántica, que en el silencio de los atardeceres aprendía su lección de música igual que en los versos del poeta […]; una Habana de las tapias floridas y flamboyanes que enrojecían el cielo del crepúsculo, y que en la calma nocturna se congregaba en torno al piano familiar para oír la canción con azules relumbres de cocuyo y cadencias siboneyes.
Y así, al cerrarse el ataúd de Ernestina Lecuona, fue como esa tapa negra del piano que cae sobre el teclado cuando ha terminado la melodía.
Pero la música seguirá recordando a la hermana mayor".
martes, 24 de mayo de 2011
a este Lecuona tampoco se le puede olvidar
de Lecuona y Power, Álvaro
Datos personales
Fecha de nacimiento: 10 de mayo de 1875.
Lugar de defunción: Santa Cruz de Tenerife.
Fecha de defunción: 8 de septiembre de 1934.
Fecha de su ingreso como Académico de Número de la RACBA
24 de agosto de 1924.
Formación y especialidades
CAPITÁN DE LAS MILICIAS TERRITORIALES. PIANISTA.
Muy poco se sabía hasta ahora de este personaje, aparte de su condición militar. Era el hijo mayor del palmero José de Lecuona y Bello (1840-1913) y de la tinerfeña Ernestina Power y Ravina (fallecida en 1911), casados en Santa Cruz en 1874, quienes además procrearon a Emilia, Domingo y Camilo Lecuona y Power. Su hermano Domingo fue un destacado hombre de negocios en la capital tinerfeña.
Por lo que respecta a su trayectoria militar, sabemos que, como segundo teniente del Ejército Territorial de las Islas, fue destinado en octubre de 1895 al batallón de reserva de La Laguna, y a finales de 1906 figura adscrito como oficial al Regimiento de Infantería de Guía de Gran Canaria, reintegrándose pronto a Tenerife, donde llegó a Capitán de las Milicias Provinciales.
Al ingresar en la RACBA en 1924, Álvaro Lecuona fue adscrito a la desmantelada sección de Música, pues era un gran melómano y respetado pianista que no sólo se prodigaba en círculos privados, sino que también había colaborado esporádicamente en conciertos públicos en Santa Cruz de Tenerife, e incluso en conjuntos de música de cámara. Así, por ejemplo, en 1906 participa en conciertos organizados por la Sociedad Filarmónica santacrucera tocando el 'harmonium', concretamente en las veladas del 4 y 19 de junio, y fue una de las piezas que interpretó aquel conjunto musical la "Meditation prière" de Dubois, interviniendo también en la misma Dolores Romero Spínola de Daranas (piano), Braulio Gonçalves (violín), Ricardo Sendra (viola) y Guillermo MacKay (violoncelo).
Álvaro Lecuona formó parte del Patronato de la Banda Municipal de Música de Santa Cruz de Tenerife desde que éste fue constituido (1910) en el seno de la 'Junta de Fomento Artístico' fundada por Miguel Feria y Concepción, "contribuyendo no poco [Lecuona] al esplendor de la citada Banda Municipal con sus amplios conocimientos del asunto y, sobre todo, con los grandes fervores que siempre puso a contribución en las lides musicales", según expresa su breve necrología publicada por la 'Gaceta de Tenerife' el 11 de septiembre de 1934. Las familias Power y Lecuona fueron en Tenerife desde el siglo XIX una cantera de músicos de prestigio que, en algunos casos, trascendieron más allá de las fronteras españolas.
Álvaro Lecuona y Power tuvo por mujer en Tenerife a Celia Quintero, natural de Hermigua (La Gomera) con la que procreó tres hijos: Polonia, Miguel y Ernesto Lecuona Quintero.
Fuentes
· Nobiliario de Canarias y otros datos compilados por Carlos Gaviño de Franchy.
· Datos sobre sus actividades concertísticas remitidos por la Dra. Rosario Álvarez.
· Foto gentilmente cedida por Dª Amelia-Celia Lecuona Lentini, nieta del Académico.
viernes, 6 de mayo de 2011
el que mas huella ha dejado ha sido Ernesto Lecuona Casado
BIOGRAFÍA
OBRA
INFORMACIÓN RELACIONADA
Hijo de un periodista español establecido en Cuba, desde los cinco años estudió piano junto a su hermana Ernestina, catorce años mayor que él. Tuvo como profesores a Hubert de Blanck, Joaquín Nin y Peyrellade. Con sólo 13 años compuso su primera obra, la marcha two step titulada Cuba y América para banda de concierto y más tarde sus primeras obras importantes, Danzas Cubanas (1911) y el Vals del Rhin (1912), cuya partitura, a pesar del título, reitera su tendencia folklórica.
En 1913 se graduó en el Conservatorio Nacional Cubano e inició una larga gira por Estados Unidos, España y Francia. Junto a Gonzalo Roig y Rodrigo Prats, forma la trilogía más importante de compositores del teatro lírico cubano y en especial de la zarzuela. El aporte más importante de Lecuona al género teatral es la fórmula definitiva de la romanza cubana.
Con una personalidad multifacética y abarcadora en el contexto de la creación, Lecuona cultivó diversos géneros musicales. En su catálogo podemos encontrar todas las expresiones de la cancionística, desde las más populares hasta las de mayor estilización y elaborada factura. Para el teatro musical compuso una inmensa cantidad de obras de todos los géneros, mientras que sus obras para piano constituyen soporte y pilar de la producción más relevante de la pianística nacional e iberoamericana.
Sus extraordinarias condiciones como intérprete del piano lo llevaron a ejecutar obras representativas del repertorio universal para este instrumento y a obtener el beneplácito de destacadas personalidades, entre las que cabe mencionar a Maurice Ravel, Joaquín Turina, Adolfo Salazar, Joaquín Nin y George Gershwin, entre otros.
Entre sus obras destacan las zarzuelas, Canto Siboney, Damisela Encantadora, Diablos y Fantasías, El Amor del Guarachero, El Batey (1929), El Cafetal, El Calesero, El Maizal, La Flor del Sitio, Tierra de Venus (1927), María la O (1930) y Rosa la China (1932); las canciones Canto Carabalí, La Comparsa (mundialmente célebre) y Malagueña (1933), perteneciente a su suite Andalucía; sus obras para danza, Danza de los Ñáñígos y Danza Lucumí; la ópera El Rumbero de Yarey, la Rapsodia Negra para piano y orquesta, así como su Suite Española.
Ernesto Lecuona es una pieza imprescindible de la historia de la música cubana, iberoamericana y universal.
jueves, 5 de mayo de 2011
hablando de diferentes lecuona que dejaron huella

LECUONA, Domingo. Pelotari de Hendaya apodado Ezkerra.
LECUONA, Ernesto. Célebre compositor cubano de origen vasco n. en 1896, autor de obras sinfónicas de gran estima aunque su nombradía se deba a las canciones populares conocidas por todo el mundo. En 1943 estrenó en Nueva York, en el Carnegie Hall, su Rapsodia negra, altamente elogiada por la crítica. Intervino también en el mundo del cine. La intervención más famosa e importante fue en la cinta norteamericana Always in my Heart, realizada por John Graham en 1942, cuyo argumento se basaba en su canción Siempre en mi corazón. Walter Huston y Kay Francis eran los protagonistas y Gloria Warren la que interpretaba la canción. También se oía música suya en las cintas mejicanas De Méjico llegó el amor de Richard Harlan, con el cantante Tito Guizar; Konga roja de Alejandro Galindo con Pedro Armendáriz; María la O de Adolfo F. Bustamante con Ernesto Vilches; y Siempre estaré contigo de Julián Soler con Rosita Quintana. También en el documental de variedades italiano Mondo caldo di Notte realizado por Renzo Russo en 1962, aparecían Los Lecuona Cuban Boys. En otro capitulo hablaremos mas ampliamente de Ernesto Lecuona.
LECUONA, F. J.Atleta.Ganador por Alava (25-5) 400 m. en el «Campeonato de Euskadi Veteranos», celebrado en Santurce los días 23 y 30 de setiembre de 1984. Segundo clasificado por Alava (22,40 m.) en la categoría «A Martillo», en el Campeonato de Euskadi Veteranos, celebrado en Santurce los días 23 y 30 de setiembre de 1984.
LECUONA, José Ignacio. Personalidad guipuzcoana. Fue condenado e inmediatamente perdonado en el consejo de guerra que se celebró en Pamplona en el 1799. Lo mismo que otras personalidades, sería reconocido como culpable de la entrega al ejército francés de las plazas y lugares de Irún, Vera de Bidasoa, Fuenterrabía y San Sebastián. Ref. G. V. «H. N. V.», Madrid, 1945, p. 40.
LECUONA, José Luis. «Gorri». Esquiador guipuzcoano del barrio Olarrain de Tolosa nacido en 1940. Especialista en el esquí de fondo, ha sido campeón de España en la sección «ciudadanos» sobre 30 kilómetros y subcampeón sobre 15. Campeón vasco-navarro durante seis años consecutivos, medalla de bronce individual en los Juegos del Cantábrico de 1971 y medalla de plata en relevos en los mismos juegos, y vencedor en un sinfín de pruebas. Se le nombró, asimismo, mejor deportista guipuzcoano de los años 1968 y 1971 en la especialidad de esquí.
LECUONA, Michel. Cofundador de la cooperativa de quesos Berna, de Macaye (Lab.). Párroco del mismo pueblo,
LECUONA, Pedro. Diplomático y escritor. Nació en Elgóibar (Guip.) el 12 de enero de 1897. Falleció en Buenos Aires el 24 de agosto de 1955. Cónsul de la República Española en La Plata (Buenos Aires) y en Bayona. Traductor de obras del inglés. Usó el seudónimo de Pedro Ibarzabal.
LECUONA, Pedro. Corresponsal gráfico de las revistas Novedades y Mundo Gráfico en el primer cuarto de siglo. LECUONA Santos Montañista que realizó constantes pruebas de resistencia y amor a la naturaleza. Fue gerente de la «Sociedad General Española de Librería».
LECUONA, Sebastián. Escultor y arquitecto del s. XVII n. en Oyarzun (Guip.). En 1689 trazó y ejecutó (1691) una cajonería churrigueresca para la iglesia de Oyarzun (Guip.), tres retablos de la capilla del Sto. Cristo también churrigueresco (1721), puso el aditamento barroco que corona el retablo mayor (1726), realizó los altares de Sta. Catalina, S. Martín y Santísimo Rosario (actuales de los Dolores y S. Luis), también realizó el púlpito y sobre púlpito y sillería del coro con facistol. Todo ello en Oyarzun (Guip.).


LECUONA BERASATEGUI, Julián. Cantante y escritor n. en Oyarzun (Guip.) el 18 de julio de 1938. Cursó la carrera sacerdotal en el seminario de San Sebastián. Ha traducido al euskera la obra teatral «Zoo de cristal», de Tennessee Williams, con el título de Kristalezko zoo, y Ertzaina etxean, de la obra de Priestley «Un inspector en casa». Ha colaborado en diversas publicaciones con artículos en vasco «Argia», «Diario Vasco», «Plazara», etc... Su faceta más importante es la de cantautor con canciones en vasco desde 1963. Posteriormente participó en la fundación del grupo de canción vasca «Ez dok amairu». Con él recorrió la mayoría de los pueblos de Euskadi en festivales y recitales. Autor de numerosas canciones, la censura prohibió la publicación de muchas de ellas. No obstante publicó diversos discos. Ha participado junto con Xabier Lete y Antton Valverde en el disco «Bertso Zaharrak». Ha tomado parte, también, en el programa de discos infantiles «Xixupi- ~ ka» de Imanol Urbieta. Personificó en el teatro la figura de Iparraguirre con el grupo de teatro «Intxixu» de Oairtzun en la celebración de su centenario.—

LECUONA ECHABEGUREN, Martín. Sacerdote guipuzcoano .n. en 1907, hermano de Manuel. Destacó desde joven en actividades relacionadas con la lengua y cultura vasca. Así, colaboró en la revista bimensual. del seminario de Vitoria Gymnasium Se ordenó en 1932. Inició su profesión en Musitu (Alava). Fue el primer secretario de AVASCo de Guipúzcoa. Designado coadjutor de Rentería (Guip.) en 1935, fue el fundador de la primera organización local de la Juv. Obrera Cristiana Vasca. Formó parte de la pléyade de sacerdotes-propagandistas mentores del PNV en el campo del sindicalismo vasco. Al estallar la guerra se negó a huir quedándose en su domicilio habitual pero fue detenido el 29 de octubre de 1936. Fue llevado al Batzoki, nuevo domicilio de Falange, donde estuvo con otros incomunicado con el exterior y después conducido, el 4 de noviembre, a la cárcel de Ondarreta de San Sebastián. Duró su prisión cuatro días, al cabo de los cuales se le hizo firmar una orden de libertad. Pero a la salida de la cárcel le esperaba un coche en el cual fue llevado a Galarreta, barrio de Hernani, siendo allí fusilado

LECUONA ETXEGOIEN, José Manuel. Bertsolari a quien se le conoció por el sobrenombre de Lexoti.n.en 1865 ym.en 1937
LECUONA GARAYAR, José Luis. «Lexoti». Bertsolari n. el 11 de noviembre de 1925 en el caserío Mixta-Borda. En el valle d Oyarzun(Guip.) La colección “Auspoa” ha recogido en su nº157 su producción bertsalaristica bajo el titulo Lexoti bertsolaria. Tolosa 1982

LECUONA OLAZABAL, Jenaro. Empresa situada en Rentería. Guip. Nf de trabajadores: 36. Actividades y productos: Panificadora. Pan, normal y especial. 1982
LECUONA LABANDIBAR, José. Prelado guipuzcoano nacido en Irán el 28 de agosto de 1909. Estudió en los seminarios de Saturrarán y Vitoria y en la Universidad Eclesiástica de Burgos. En 1928, entró a formar parte del Instituto Español de Misiones Extranjeras. Fue ordenado sacerdote en 1935 y al año siguiente se le destinó a la Prefectura Apostólica de San Jorge (Colombia), donde llegó a ser obispo titular de Vagada y vicario apostólico de San Jorge (1958). De vuelta a España, ha sido entre otras cosas superior general del Instituto Español de Misiones Extranjeras, presidente de la Comisión Episcopal de Misiones de España y vicepresidente de la Comisión Conciliar de Misiones, en el Concilio Vaticano II. Ha publicado algunos estudios de misionología. En 1972, volvió de misionero a América Latina—
LECUONA LERCHUNDI, Lourdes. Autora de El miedo, la caída y el mal en «El señor de las moscas» de William Golding, publicada en 1984. como tesis de licenciatura por la Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa.
LECUONA NAZABAL, Nicolás de. Artista vanguardista, pintor, dibujante y fotógrafo guipuzcoano n. en Ordizia el 19 de diciembre de 1913. Era el mayor de los siete hijos del veterinario de la villa que muere cuando el artista tiene 17

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