Breve Historia del País Vasco . Por aquí han pasado y vivido los pueblos más diversos, desde vascones, tartesios, íberos, celtas, celtíberos, romanos, barbaros, visigodos, árabes, bereberes, etc., y sin embargo Euskadi ha preservado su identidad.
En el Calcolítico y en la Edad del Bronce, Euskadi como toda la Península, recibe el influjo que comenzó en el sur de España y através de la Ruta de la Plata y otras arterias hacia el levante y norte de España de las gentes de Los Millares (Almería), el Argar (Almería) y de tartessos de la Bética, en busca de metales para su industria orfebrera. Estas vías serán después ampliadas y utilizadas por los romanos.
Los íberos dejaron mucha influencia en el País.
En el año 196 a. C. llegaron los romanos que cooperaron con las tribus vascas en expulsar a los celtas, contra los cántabros y astures y las tierras conquistadas por los romanos a éstos rebeldes, eran repobladas por las tribus vascas.
Hubo vascones enrolados en las legiones romanas en sus guerras contra los britanos, se han encontrado lápidas mortuorias romanas, con nombres e inscripciones en eusquera, cerca de Londres.
La presencia romana es débil en el norte montañoso y boscoso, por el contrario, desde el siglo II a. de C., la romanización se afianza en el sur, llano, más accesible y con mayores recursos naturales.
Tras la invasión de las tríbus alemanas, los Barbaros del norte, el imperio romano se derrumba.
Cinco años más tarde, en el año 414, el Emperador Honorio envía una tríbu germánica, los visigodos, aliados de Roma, para que someta y expulse a los invasores. Se establecen en la galia donde fundaron el reino de Tolosa, en el año 418 y empiezan la lucha expulsando o sometiendo a alanos y vándalos (pasan a África) y, arrinconaron a los suevos en Galicia, este proceso duró hasta el año 453.
Con la caida del Imperio Romano, surge el vacío de poder y las tríbus vasconas de Navarra recuperan su influencia, extendiéndola además hacia las zonas vecinas, luchando contra los militares de los monarcas visigodos, por el poder político en el norte peninsular.
A partir de entonces Hispania dependerá del reino de Tolosa hasta la derrota de Alarico II contra los francos en Vouillé en el año 507 en que se derrumba.
También contra los francos, que amenazan su independencia desde el norte de los Pirineos, tras Vouillé. En las ciudades vasconas dominan esencialmente la política los vasco-romanos más o menos romanizados. Las relaciones entre las diferentes tribus vascas y los visigodos no fueron buenas, las guerras se sucedieron ininterrumpidamente. Los visigodos dieron importancia a dominar a las diferentes tribus vascas.
En las zonas montañosas de Navarra y al oeste hasta Catalunya, existen tribus de vascones, que viven del saqueo, de la pequeña ganadería y de una agricultura de subsistencia. El reino visigodo ya un reino hispano por territorio con Leovigildo años 568 a 586, se estableció en Toledo, el año 573. Este monarca consiguió implantar un dominio político efectivo en la mayor parte del territorio peninsular, imponiéndose a la aristocracia hispanorromana de la Bética años 573 a 576, a los bizantinos (Imperio romano de Oriente, que había entrado por levante, año 571) en el este y sureste y anexionando el reino suevo de Galicia (585).
Los visigodos promovieron la fusión entre la minoría visigoda y la población hispanoromana, se convertieron del arrianísmo al catolicísmo uniendo política y religiosamente la Peninsula, año 589, convirtiendose en el primer reino cristiano de la Peninsula. Allí se celebrarán los famosos Concilios y se coronará a los nuevos reyes de una monarquía que abarcaba entonces la mayor parte de la península ibérica.
El año 711, con el enfrentamiento entre los hijos de Witiza, pretendientes al trono hispano visigodo y, el rey don Rodrigo, los árabes fueron requeridos para luchar contra don Rodrigo, a quien vencieron en la batalla del Guadalete o de la Janda, (cerca de Tarifa, Cádiz) y aprovecharon la ocasión para invadir la península, el avance musulmán fué rápido, en cinco años, en el año 716, dominaban toda la península y la llamaron Al Andalus, excepto los territorios poco accesibles y montañosos del norte, la convertieron en un emirato, o provincia del califa de Damasco.
La invasión árabe se prolongó en España ocho siglos.
En el 714 los musulmanes, ocupan la cuenca del Ebro, no obstante su presencia será débil. Pronto tras el dominio vascón y la cooperación de los muladíes aragoneses, surge un núcleo cristiano de oposición a la presencia musulmana, que la dinastía autóctona de Iñigo Arista, 770-852, primera dinastía navarra, aglutina. Le sucederá, Sancho Garcés I, 905-925, que emprende una política de expansión territorial contra los musulmanes, para lo que se une en la lucha, con los demás reinos cristianos.
La máxima expansión sucede en el reinado de Sancho III el Mayor, 1001-1035, por el este ocupa los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza (Norte de las provincias de Huesca y Lérida). Por el oeste ocupa el Guipûzcoa, Vizcaya, La Rioja alavesa, el condado de Castilla y gran parte de León. Tras, su muerte dividió el reino entre sus hijos: García, heredó Guipúzcoa, Vizcaya, La Rioja y el Reino de Navarra; Fernando, el Reino de Castilla; Gonzalo, los condados Sobrarbe y Ribagorza; y Ramiro, el de Aragón.
Alfonso VIII incorporó Guipúzcoa a Castilla 1200, mediante reconocimiento de sus fueros. Sancho VII el Fuerte de Navarra, tomó parte en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, en la provincia de Jaén.
Navarra, en el siglo XIII, bajo la dinastía de la casa de Champaña y con los reinados de Teobaldo I, II y Enrique I, dá pasos adelantes, tanto en lo económico como en lo social y en su proyección exterior.
Más tarde, al casarse la Reina Leonor con el Rey francés Gascon IV se iniciaría el régimen tutelado de la Monarquía francesa en Navarra que duraría hasta el año 1328.
Navarra y Castilla declararon con frecuencia su soberanía sobre Alava hasta que ésta se integra voluntariamente en Castilla en 1332 a condición de que se respeten sus fueros, y lucharía por su defensa cinco siglos después en las filas carlistas.
Vizcaya era desde la edad media un señorio y durante el mandato de la familia Haro, Alfonso XI de Castilla en 1334, obligó al Consejo de Guernica a reconocerlo como señor, respetando sus fueros.
Con la unión de las coronas de Castilla y Aragón, se sigue conservando todas sus instituciones, fueros y derechos hasta la Guerra de Sucesión Española, que el Borbon francés para hacer igual que Francia un Pais centralista, Felipe V abolió los fueros, adoptó varias medidas unitarias y fueron anuladas todas las antiguas disposiciones políticas del reino.
En el Calcolítico y en la Edad del Bronce, Euskadi como toda la Península, recibe el influjo que comenzó en el sur de España y através de la Ruta de la Plata y otras arterias hacia el levante y norte de España de las gentes de Los Millares (Almería), el Argar (Almería) y de tartessos de la Bética, en busca de metales para su industria orfebrera. Estas vías serán después ampliadas y utilizadas por los romanos.
Los íberos dejaron mucha influencia en el País.
En el año 196 a. C. llegaron los romanos que cooperaron con las tribus vascas en expulsar a los celtas, contra los cántabros y astures y las tierras conquistadas por los romanos a éstos rebeldes, eran repobladas por las tribus vascas.
Hubo vascones enrolados en las legiones romanas en sus guerras contra los britanos, se han encontrado lápidas mortuorias romanas, con nombres e inscripciones en eusquera, cerca de Londres.
La presencia romana es débil en el norte montañoso y boscoso, por el contrario, desde el siglo II a. de C., la romanización se afianza en el sur, llano, más accesible y con mayores recursos naturales.
Tras la invasión de las tríbus alemanas, los Barbaros del norte, el imperio romano se derrumba.
Cinco años más tarde, en el año 414, el Emperador Honorio envía una tríbu germánica, los visigodos, aliados de Roma, para que someta y expulse a los invasores. Se establecen en la galia donde fundaron el reino de Tolosa, en el año 418 y empiezan la lucha expulsando o sometiendo a alanos y vándalos (pasan a África) y, arrinconaron a los suevos en Galicia, este proceso duró hasta el año 453.
Con la caida del Imperio Romano, surge el vacío de poder y las tríbus vasconas de Navarra recuperan su influencia, extendiéndola además hacia las zonas vecinas, luchando contra los militares de los monarcas visigodos, por el poder político en el norte peninsular.
A partir de entonces Hispania dependerá del reino de Tolosa hasta la derrota de Alarico II contra los francos en Vouillé en el año 507 en que se derrumba.
También contra los francos, que amenazan su independencia desde el norte de los Pirineos, tras Vouillé. En las ciudades vasconas dominan esencialmente la política los vasco-romanos más o menos romanizados. Las relaciones entre las diferentes tribus vascas y los visigodos no fueron buenas, las guerras se sucedieron ininterrumpidamente. Los visigodos dieron importancia a dominar a las diferentes tribus vascas.
En las zonas montañosas de Navarra y al oeste hasta Catalunya, existen tribus de vascones, que viven del saqueo, de la pequeña ganadería y de una agricultura de subsistencia. El reino visigodo ya un reino hispano por territorio con Leovigildo años 568 a 586, se estableció en Toledo, el año 573. Este monarca consiguió implantar un dominio político efectivo en la mayor parte del territorio peninsular, imponiéndose a la aristocracia hispanorromana de la Bética años 573 a 576, a los bizantinos (Imperio romano de Oriente, que había entrado por levante, año 571) en el este y sureste y anexionando el reino suevo de Galicia (585).
Los visigodos promovieron la fusión entre la minoría visigoda y la población hispanoromana, se convertieron del arrianísmo al catolicísmo uniendo política y religiosamente la Peninsula, año 589, convirtiendose en el primer reino cristiano de la Peninsula. Allí se celebrarán los famosos Concilios y se coronará a los nuevos reyes de una monarquía que abarcaba entonces la mayor parte de la península ibérica.
El año 711, con el enfrentamiento entre los hijos de Witiza, pretendientes al trono hispano visigodo y, el rey don Rodrigo, los árabes fueron requeridos para luchar contra don Rodrigo, a quien vencieron en la batalla del Guadalete o de la Janda, (cerca de Tarifa, Cádiz) y aprovecharon la ocasión para invadir la península, el avance musulmán fué rápido, en cinco años, en el año 716, dominaban toda la península y la llamaron Al Andalus, excepto los territorios poco accesibles y montañosos del norte, la convertieron en un emirato, o provincia del califa de Damasco.
La invasión árabe se prolongó en España ocho siglos.
En el 714 los musulmanes, ocupan la cuenca del Ebro, no obstante su presencia será débil. Pronto tras el dominio vascón y la cooperación de los muladíes aragoneses, surge un núcleo cristiano de oposición a la presencia musulmana, que la dinastía autóctona de Iñigo Arista, 770-852, primera dinastía navarra, aglutina. Le sucederá, Sancho Garcés I, 905-925, que emprende una política de expansión territorial contra los musulmanes, para lo que se une en la lucha, con los demás reinos cristianos.
La máxima expansión sucede en el reinado de Sancho III el Mayor, 1001-1035, por el este ocupa los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza (Norte de las provincias de Huesca y Lérida). Por el oeste ocupa el Guipûzcoa, Vizcaya, La Rioja alavesa, el condado de Castilla y gran parte de León. Tras, su muerte dividió el reino entre sus hijos: García, heredó Guipúzcoa, Vizcaya, La Rioja y el Reino de Navarra; Fernando, el Reino de Castilla; Gonzalo, los condados Sobrarbe y Ribagorza; y Ramiro, el de Aragón.
Alfonso VIII incorporó Guipúzcoa a Castilla 1200, mediante reconocimiento de sus fueros. Sancho VII el Fuerte de Navarra, tomó parte en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212, en la provincia de Jaén.
Navarra, en el siglo XIII, bajo la dinastía de la casa de Champaña y con los reinados de Teobaldo I, II y Enrique I, dá pasos adelantes, tanto en lo económico como en lo social y en su proyección exterior.
Más tarde, al casarse la Reina Leonor con el Rey francés Gascon IV se iniciaría el régimen tutelado de la Monarquía francesa en Navarra que duraría hasta el año 1328.
Navarra y Castilla declararon con frecuencia su soberanía sobre Alava hasta que ésta se integra voluntariamente en Castilla en 1332 a condición de que se respeten sus fueros, y lucharía por su defensa cinco siglos después en las filas carlistas.
Vizcaya era desde la edad media un señorio y durante el mandato de la familia Haro, Alfonso XI de Castilla en 1334, obligó al Consejo de Guernica a reconocerlo como señor, respetando sus fueros.
Con la unión de las coronas de Castilla y Aragón, se sigue conservando todas sus instituciones, fueros y derechos hasta la Guerra de Sucesión Española, que el Borbon francés para hacer igual que Francia un Pais centralista, Felipe V abolió los fueros, adoptó varias medidas unitarias y fueron anuladas todas las antiguas disposiciones políticas del reino.
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